¿Qué debes hacer para sacar el máximo de tu cultivo de manzana?
En Argentina, entre 2018 y 2019, el cultivo de manzana se ha mantenido en niveles estables con90.000 toneladas de fruta enviadas hacia el mercado internacional. Aunque esa cantidad está por debajo de los registros históricos, a causa del aumento de la competitividad internacional y por problemas en la economía nacional.
Las principales regiones productoras se encuentran en los valles patagónicos. Una zona que por su clima asegura el crecimiento y desarrollo de manzanas de alta calidad. Aquí la modernización de la producción de la fruta se realiza bajo una constante adecuación a las necesidades y exigencias del mercado global.
Si estás buscando más detalles acerca de este cultivo, ¡estás en el mejor lugar!
En este artículo encontrarás aspectos generales acerca del cultivo de manzanas y conocerás 5 buenas prácticas que posibilitan obtener mejores rendimientos y elevar la calidad de la producción.
Panorama general acerca del cultivo de manzana
Más allá de las contradicciones encontradas por algunos investigadores, la mayor parte de los estudiosos sostiene que el cultivo de manzana se originó en Asia Central y que gracias a las migraciones y el comercio, la fruta ingresó en Europa y a partir del siglo XVII se conoció en África, Oceanía y América.
En la actualidad, la manzana es una de las frutas cuya producción y consumo se encuentra muy difundida a nivel mundial. Esto es porque su cultivo se adapta a una gran variedad de suelos y climas, es un producto de alto valor tanto nutricional como terapéutico y es generador de gran variedad de subproductos industriales.
La fruta es rica en sales minerales, fibras y vitaminas A y C, pertenece a la familia Rosaceae, la misma del durazno, de la pera, de la ciruela y de la cereza. Todas estas frutas se cultivan en las mismas zonas productivas.
El cultivo de la manzana tiene algunas particularidades como las siguientes:
- El período más indicado para iniciar el cultivo es entre los meses de julio y setiembre.
- La temperatura ideal para el período vegetativo varía entre 18 y 23°C, no superando los 25°C.
- En invierno, es recomendable que se acumule un determinado número por debajo de los 7,2°C para que las plantas superen la latencia típica de la especie.
- La manzana se transplanta por medio de injertos, semillas o estaca, sin embargo, esta última metodología no es recomendable.
Estas condiciones para el cultivo de la manzana se dan en el clima de los valles patagónicos de Argentina, especialmente el Alto Valle del Río Negro, famoso por alcanzar un buen rendimiento productivo y una excelente calidad de producto.
5 buenas prácticas del cultivo de manzana en Argentina
Si bien el suelo y el clima en las zonas señaladas son aptos para el cultivo de manzana, es importante que su producción se desarrolle en un marco adecuado. En las próximas líneas, compartiremos las buenas prácticas para el cultivo de esta fruta que se utilizan en territorio argentino y que determinan la alta calidad del producto final:
1. Riego adecuado y suficiente
Es esencial mantener un buen nivel de humedad a lo largo de toda las etapas del cultivo, es decir, desde la siembra hasta la cosecha.
El sistema de riego más recomendado para el cultivo de esta especie es el de manta o el de inundación. Aunque en las nuevas regiones productoras de manzana, es cada vez más utilizado el riego localizado ya sea por goteo o por el método de microaspersión. En este último caso, se implementa la fertirrigación.
Como es un árbol con abundante follaje en épocas de altas temperaturas suele transpirar y evaporar más que otros. Esto puede producir un evento de deshidratación que puede ocasionar la caída temprana tanto de las hojas viejas como del fruto. Por esta razón, el árbol adulto debe contar con un aporte hídrico anual entre 200 y 300 litros.
2. Raleo para lograr frutas de mejor calidad
En ocasiones, es necesario eliminar parte de los frutos para optimizar el crecimiento de los que quedan en la planta y asegurarles un buen tamaño en la etapa de cosecha.
El raleo puede ser químico o manual, en este caso incluye las frutas que no tienen las condiciones necesarias para seguir creciendo por ser muy pequeñas, tener defectos estéticos o estar enfermas.
3. Fertilización para una correcta nutrición
Es indispensable garantizar que el cultivo cuente con todos las sustancias que necesita para su óptimo desarrollo, ya que de lo contrario se presentarían los siguientes problemas por carencias nutricionales:
- Nitrógeno: Cuando es deficiente genera coloración rojiza en la corteza de los tallos tiernos, pérdida de clorofila en las hojas apicales y repliegues en los bordes hacia la cara superior.
- Potasio: Su falta genera debilidad en las ramas, borde de las hojas rizado y doblado, además de coloración castaño rojiza y caída foliar temprana.
- Magnesio: Al no presentar las cantidades adecuadas se produce pérdida de la clorofila en las hojas (en especial en los bordes), manchas y necrosis en la zona céntrica del peciolo generando su caída. También el fruto se desarrolla con tamaño pequeño y poco resistente.
Además de los nutrientes mencionados, el cultivo de manzana también requiere la fertilización con cobre, manganeso, boro, hierro y zinc.
4. Control de malezas
Este tipo de control debe ser realizado durante toda la etapa vegetativa, pues facilita el desarrollo óptimo de las plantas y reduce las condiciones favorables a la propagación de malezas.
Es recomendable que en verano en tierras franco-arenosas o muy ligeras y en climas templados o cálidos, se cultive un manto de vegetación herbácea, pues protege el suelo y favorece el buen desarrollo de las raíces del manzano. En el caso de climas fríos se debe mantener la tierra limpia y libre de malas hierbas.
Para el control químico de malezas, se sugiere emplear diuron 28,5% con terbutilazina 28,5% y terbacilo 80%.
Es importante aclarar que en los árboles jóvenes el control químico por medio de la aplicación de herbicidas tanto de contacto como sistémicos, puede generar daños a la planta. Por este motivo, es recomendable emplear acciones mecánicas usando el arado, el rotovactor, el cultivador grada y la azada.
5. Prevención y control de plagas y de enfermedades
En el caso de climas húmedos, la vegetación herbácea tiende a atraer y preservar el agua del ambiente, generando un área propicia para la proliferación de las enfermedades ocasionadas por hongos. Por este motivo, es necesario mantener el suelo limpio.
Existen otro tipo de medidas para asegurar el buen desarrollo de la planta como la verificación periódica del cultivo y la poda fitosanitaria que incluye la retirada de las ramas secas, enfermas, quebradas y de los frutos en estado de momificación de la cosecha anterior.
Buenas prácticas aseguran mejores rendimientos
En definitiva, cuando el productor actúa considerando aspectos teóricos y además asume buenas prácticas como las señaladas en este artículo, el cultivo de manzana alcanza un rendimiento superior en cantidad y calidad. Si además evita el uso de sustancias químicas, el cultivo será sustentable y ecológico.
¿Crees que estás apto para poner en práctica las recomendaciones aportadas en este artículo? ¡Haznos saber tu opinión a través de un comentario!